Lo adecuado es consultar con el neuropediatra ante preocupaciones tales como:

  1. Sospecha de trastorno por déficit de atención con / sin hiperactividad.
  2. Retrasos en el desarrollo, global y motor.
  3. Trastornos de lenguaje.
  4. Crisis epilépticas (ausencias, convulsiones, etcétera) con o sin fiebre.
  5. Sospecha de retraso o discapacidad intelectual.
  6. Trastornos del aprendizaje escolar como la dislexia.
  7. Dolor de cabeza.
  8. Si se sospecha autismo de bajo o alto rendimiento o el llamado «síndrome de Asperger».
  9. Si se sospecha malformación cerebral.
  10. Cualquier otro síntoma, además de los mencionados, cuando pensamos que el sistema nervioso puede estar involucrado.