Según la Unidad Nacional de Víctimas, en Colombia se registran 210.995 discapacitados de todo tipo por causa del conflicto armado y de la violencia (a mayo de 2017). En relación a la pérdida de audición el 10% de exmilitares y excombatientes presentan problemas en el oído interno (Vega, 2002). Por otra parte, la Corte constitucional en el marco de la sentencia T-025 de 2004 emitió el auto 006 de 2009, en donde resaltó que la población víctima de desplazamiento en condición de discapacidad no contaban con la atención diferenciada y prioritaria como sujetos de especial protección constitucional (Subdirección, 2013). Lo mismo sucede para la población no oyente, a pesar de existir la Ley 982 de 2005 por la cual se establecen las normas tendientes a la equiparación de oportunidades para las personas sordas y sordociegas. Así pues, el Estado debe garantizar los medios para la inclusión de esta población y más aún si se trata de discapacidades ocasionadas por la guerra y la violencia. De aquí la necesidad de realizar investigación e implementar soporte tecnológico que permita la masificación de herramientas para el fortalecimiento de las instituciones. En esta ocasión se pretenden desarrollar estrategias que garanticen la comunicación de la población no oyente con el resto de la sociedad y con las instituciones públicas (educativas, gubernamentales, etc.), a través de un proyecto de base tecnológica que actualmente cuenta con el respaldo y la financiación de la Vicerrectoría de Investigaciones de la UTP. El lenguaje de señas se ha convertido en la principal herramienta de comunicación para la población no oyente por la eficiencia y agilidad con la que se pueden generar símbolos lingüísticos. Sin embargo, esto no ha garantizado la inclusión de las personas sordas en las comunidades (López, 2009) por lo que se hace necesaria la presencia de un intérprete que facilite la comunicación bidireccional entre personas sordas y oyentes. Más aun considerando que este no es un lenguaje universal y que la comunicación por señas ha evolucionado de manera diferente en cada país. Debido a esta limitación, diferentes centros de investigación y desarrollo han profundizado en distintas metodologías que permitan el reconocimiento y traducción de señas en diferentes lenguajes (Rodriguez, 2013). Por ejemplo, en (Zhang, 2015) se desarrolla un sistema de reconocimiento de lenguaje de señas estático y continuo, donde para el primero se utiliza un Histograma de Desplazamiento Orientado para describir las trayectorias de las manos, y una máquina de soporte vectorial múltiple para la clasificación de los signos. Para el segundo, se propone un método de programación dinámica con modelos deformables obtenidos mediante algoritmos de Deformación de Tiempo Dinámico (DTW). Sin embargo, este sistema está adecuado para el lenguaje de señas chino. El objetivo de este proyecto es capacitar a un joven investigador en técnicas de procesamiento digital de imágenes, técnicas de aprendizaje de lenguaje natural basado en señas y en el manejo de algoritmos básicos de agrupamiento, dentro de las cuales se profundizará en los métodos de medidas de similitud/disimilitud por sus propiedades en la caracterización de objetos y estructuras morfológicas en imágenes y videos (Pekalska y Duin, 2001; Lai et al, 2002; P¿kalska et al, 2006). Dentro de los resultados que se pretenden generar en este trabajo se encuentra la generación de la primera base de datos etiquetada de video e imágenes de profundidad de Lengua de Señas Colombiana, así como también el desarrollo de un conjunto de algoritmos de segmentación y seguimiento que permitan generar una metodología estructurada para el reconocimiento de signos aislados dentro del Lenguaje de Señas Colombiano. Con esto no solo se pretende forjar una nueva línea de investigación a nivel nacional, sino que se desea introducir una herramienta tecnológica que cierre las brechas de comunicación entre los discapacitados auditivos y las instituciones.