La investigación realizada parte de un tipo de estudio de corte cualitativo, aunque el uso de datos de naturaleza cuantitativa dió un lugar importante en el momento de caracterizar las lógicas tendenciales alusivas por un lado, a las tasas de violencia homicida, y por otro, al momento de analizar las cifras correspondientes a los mercados criminales y sus vínculos con el sub-campo de la economía ilegal presente en las ciudades intermedias seleccionadas para el desarrollo del estudio.
La estructura metodológica en su dimensión cualitativa, tuvo como énfasis la aplicación de dos diseños de investigación: diseño etnográfico y diseño documental; dichos diseños fueron empleados para interpretar y construir datos - tomando distancia de las lecturas positivistas que pretenden ¿ir al campo a recolectar datos¿- con informantes claves en relación a las estructuras criminales y los mercados criminales y sus vínculos con los sectores legales de las ciudades indagadas. La técnica para el diseño documental fue la ficha, empleada para registrar la lectura de prensa, informes oficiales y publicaciones académicas acerca de nuestro objeto de análisis. El tipo de estudio se caracterizó inicialmente por ser descriptivo ya que uno de los objetivos específicos implica trabajar en una caracterización del fenómeno delictivo en contextos específicos (con especial énfasis en la descripción de los principales mercados criminales y sus relaciones con la posible existencia de un sub-campo de las economías ilegales en las ciudades del proyecto); empero, de otra parte, el tipo de estudio comprensivo operó a la hora de interpretar por un lado, la trazabilidad de las violencias y los impactos del conflicto armado en cada ciudad analizada y por otro a la hora de interpretar los escenarios criminógenos y las relaciones configuradas entre mercados criminales, fronteras invisibles y estructuras criminales seleccionadas para el presente estudio; A partir de los resultados de investigación del proyecto pudimos concluir que los nuevos escenarios de la criminalidad urbana presentes en Colombia han ido cambiando, lo que demuestra la creciente consolidación de distintos mercados criminales, algunos de los cuales utilizan la violencia homicida como estrategia de control y mediación social, donde además poseen sus raíces en las propias realidades institucionales configuradas en los órdenes locales y regionales. El investigar y analizar las expresiones de este tipo de violencia homicida en territorios específicos implicó contextualizar un momento de importantes cambios para la sociedad colombiana, cambios que sugieren posibles incrementos en las tasas de criminalidad y violencia, donde es indispensable reconocer las nuevas realidades a las que se está enfrentando la sociedad colombiana en su conjunto a partir de un nuevo modelo de gobierno y un avance lento del proceso de paz adelantado por el gobierno anterior. Además el análisis realizado desde las ciencias sociales y de la educación en particular, implicó comprender las nuevas lecturas que nos permiten entender las complejas relaciones que se están estructurando entre víctimas y victimarios en los entornos urbanos de ciudades intermedias. Dentro de los hallazgos identificamos la amplia gama de mercados ilegales y en general, de expresiones ilegales que han constituido en tales territorios una economía subterránea que posee alcances incalculables ya que sus impactos no se reducen únicamente a esferas cuantitativas del fenómeno o a las secuelas del mismo, sino que transforman las lógicas que le dan sentido a la dinámicas que configuran la vida cotidiana y con ello, se van instaurando paulatinos cambios que modifican esquemas mentales, percepciones y lógicas de acción.