TERCER ENCUENTRO REGIONAL SOBRE LA LECTURA Y LA ESCRITURA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR. EXPERIENCIAS SIGNIFICATIVAS EN EL AULA DE CLASE.
Resumen:
pesar de las diversas objeciones que puedan hacerse, voy a partir de un principio: Quien ha
leído está en mejores condiciones para la escritura que quien no lo ha hecho. Los escritores y
ensayistas dan testimonio de ello. Si algo puede decirse de Borges o de Cervantes, entre
muchísimos otros, es que han sido, en primer lugar, lectores. Guardados los límites que separan a la literatura del ejercicio académico, es posible suponer el mismo principio: una buena lectura es garantía de un buen texto académico. El adjetivo “buena” nos advierte que, no obstante, no es suficiente con leer, hay que “saber” leer. A su vez, este “saber leer”, nos indica que se trata de un más allá del nivel técnico del alfabeto y del descifrado; un más allá que tiene que ver con las vicisitudes de la condición humana en su acceso a la palabra, y que voy a sintetizar en la expresión “tiempos lógicos”.