Lenguaje y pluralidad: la lectura y la escritura en el ámbito educativo
Autores
Francisca M.
Fumero C.
Nombre de la conferencia:
PRIME CONGRESO INTERNACIONAL Y CUARTO NACIONAL SOBRE LENGUA ESCRITA Y TEXTOS ACADÉMICOS
Resumen:
No es fácil hablar del lenguaje en el sentido literal. Muchas teorías han intentado dar definiciones en torno a lo que se entiende por lenguaje desde diversos factores (social, cognitivo, pragmático, lingüístico, literario, semiótico, etcétera). Sin embargo, conviene saber que la idea central se basa en que es una habilidad humana, en el sentido restringido. Esta habilidad se concentra en el pensamiento. Pero, ¿pensar equivale a comprender y producir?. La comprensión (escuchar-leer) y la producción (hablar-escribir) se sustentan en la noción de concebir el aprendizaje como un todo integrado, pues, el ser humano no actúa pensando en que su actividad será primero escuchar o escribir, por ejemplo. El aprendizaje se sustenta con base en que todo individuo es capaz de relacionar su contexto para transferir sus conocimientos sobre el mundo. De allí que el lenguaje es una actividad humana cuando podemos intercambiar opiniones o simplemente reflexionar sobre nuestros actos. Pero, ¿qué sucede en las aulas de clase? ¿Realmente estudiamos el lenguaje desde la perspectiva de la pluralidad de pensamientos, de maneras de construir el mundo? ¿Será que el sujeto aprendiz aprende sólo en las aulas? ¿Es la educación una tarea u oficio único y exclusivo del docente? Éstas y quizás otras interrogantes se plantearán en este trabajo con el fin de disipar qué entendemos por lenguaje y pluralidad y por qué sólo al docente, en los últimos tiempos y con la idea de las nuevas reformas curriculares, sólo le ha interesado que el alumno aprenda a leer y escribir de acuerdo a los cánones de su contextualidad; o, en el peor de los casos, bajo la vigilancia del sistema de la lengua.
Lo que a continuación se ofrece es una reflexión probada – más no comprobada- en la esfera de la educación desde la perspectiva institucional, específicamente, en la primera etapa de la escuela básica venezolana. Con ello lo que se desea es evidenciar cómo la pluralidad y el lenguaje no existen sino en el arquetipo que se sostiene que la escuela sólo debe enseñar a leer y a escribir para formar un individuo crítico, reflexivo, capaz de vivir en democracia. Pero, ¿realmente es así?. A continuación se explicará la teoría –muy sucinta- que apoya el presente trabajo, así como, la metodología y los resultados etnográficos reflejados durante tres años con una docente que ha llevado la labor de dirigir a cuarenta niños para “prepararlos” a convivir con su entorno.