ALFABETIZACIÓN Y LITERATURA, DESARROLLO DE LA LECTO-ESCRITURA
Autores
Fernández M
Nombre de la conferencia:
II CONGRESO INTERNACIONAL CÁTEDRA UNESCO LECTURA Y ESCRITURA
Resumen:
Este trabajo, cuyo marco es la Beca Antorchas para Centros de Apoyo provinciales, describe la capacitación llevada a cabo durante el 2002 en el Tallercito de Francisco, de la localidad de Pacheco, una comunidad que se caracteriza por estar debajo de la línea de pobreza, situación que se reproduce alarmantemente en Argentina. El objetivo fue la enseñanza de la lectura y escritura; y la asistencia se brindó a través de dos prácticas: intervención modelo en clases abiertas observadas por las maestras y aplicación de la teoría en exposiciones posteriores.
El Centro abarca una población de niños de 3 a 5 años en el Nivel Inicial, y de 6 a 13 en el Apoyo Escolar, además de actuar como comedor abierto a la comunidad.
El proyecto se asentó, en principio, en la función social de la lectoescritura y en su carácter práctico: cartas entre alumnos, revista comunitaria, visita a escuelas, etc. Sin embargo, a lo largo del año, las prácticas que consiguieron que los sujetos asumieran la alfabetización como deseo no se asociaron a técnicas o métodos: el éxito del trabajo fue la implementación y circulación de cuentos; en el mismo sentido, a partir del funcionamiento activo de una biblioteca, donde los textos pudiesen ser llamados literarios, se generaron procesos culturales de apropiación por parte de las docentes y los niños. En efecto, luego de haber brindado instrucción teórica y aportado bibliografía concerniente a la alfabetización centrada en la conciencia fonológica, la capacitación fue consciente de las deficiencias del proyecto. En una palabra, se asumió que aprender métodos o teorías para enseñar a leer no sería suficiente pues las docentes presentaban, ellas mismas, dificultades importantes en cuanto a la lectoescritura. Tales deficiencias se evidenciaban a la hora de escribir los informes y planes de clase, al seleccionar bibliografía para los niños, al verbalizar sus prácticas o al explicar a los padres la tarea que ejecutaban. En definitiva, se patentizó un gran vaciamiento cultural que no podría haberse detectado si la asistencia no se hubiera llevado a cabo en la propia escuela. Para contrarrestar ese vacío habría que potenciar el desarrollo a partir de establecer relaciones entre entornos.