Las experiencias y publicaciones latinoamericanas sobre la enseñanza de y con la
lectura y la escritura en la universidad han consolidado un campo de acción y
pensamiento a lo largo de la última década. Este artículo recorre ciertas ideas que
contribuyeron a conceptualizar los problemas intervinientes y analiza iniciativas
desarrolladas en el entorno argentino, contraponiendo el enfoque de enseñar
prácticas situadas versus entrenar habilidades fragmentarias. Se sostiene que el
debate se ha desplazado desde la discusión sobre si es apropiado o no ocuparse de
la lectura y escritura en los estudios superiores hacia la disputa por quién, cómo,
dónde, cuándo y para qué hacerlo. Finalmente, la definición de alfabetización
académica propuesta hace diez años es reformulada para subrayar los procesos de
enseñanza que preservan el sentido de las prácticas implicadas.