• Establecimiento de una metodología de gestión de la seguridad clara y estructurada.
  • Reducción del riesgo de pérdida, robo o corrupción de información.
  • Los clientes tienen acceso a la información a través medidas de seguridad.
  • Los riesgos y sus controles son continuamente revisados.
  • Confianza de clientes y socios estratégicos por la garantía de calidad y confidencialidad comercial.
  • Las auditorías externas ayudan cíclicamente a identificar las debilidades del sistema y las áreas a mejorar.
  • Posibilidad de integrarse con otros sistemas de gestión (ISO 9001, ISO 14001, OHSAS 18001…).
  • Continuidad de las operaciones necesarias de negocio tras incidentes de gravedad.
  • Conformidad con la legislación vigente sobre información personal, propiedad intelectual y otras.
  • Imagen de empresa a nivel internacional y elemento diferenciador de la competencia.
  • Confianza y reglas claras para las personas de la organización.
  • Reducción de costes y mejora de los procesos y servicio.
  • Aumento de la motivación y satisfacción del personal.
  • Aumento de la seguridad con base a la gestión de procesos en vez de en la compra sistemática de productos y tecnologías.