Dentro de los objetivo finales que enmarcaron la ejecución del proyecto "El Objeto Escultórico Funcional. Planteamiento y Diseño del Taller Nómada" se encontraban dos partes esenciales, consideradas éstas como la parte conceptual y la parte constructiva.
En "El Objeto Escultórico Funcional", en conformidad con lo planteado como hipótesis al comienzo de la investigación, se abordó el tema de la correlación entre el arte y el diseño, demostrando así que la tradicional separación que realizan de estos términos, como adjetivos categorizantes de los objetos, raya mas en un maquinismo conceptual alejado de la realidad pragmática de la forma en el arte.
El diseño como acción creativa sobre el objeto, en la mayoría de los casos, ha sido enfocado hacia la búsqueda de un funcionalismo cobijado con el espíritu de la producción, lo cual en definitiva no le resta ninguna virtud al objeto de diseño para gozar de la condición de ser obra de arte, incluso manejando dentro del diseño factores como el color, la forma, armonía etc., todos ellos enfocados a satisfacer la comunicación entre el artista-diseñador y el espectador-usuario mediando en dicha comunicación el entorno ambiental y cultural.
Dentro de la concepción del Taller Nómada, ya en su fase constructiva, la forma se soportó a través de numerosos bocetos y estudios donde se logró una depuración en la parte estético-visual para ser trasladado a la construcción tridimensional, apelando a un minimalismo formal con la abstracción biomorfa de un ortóptero (grillo) que alberga en su interior el Taller para artistas con sus múltiples elementos de trabajo (mesa de dibujo, cajones para herramientas, etc.)
La construcción se direccionó hacia las soluciones manuales y creativas de la escultura, evitando en la mayoría de los casos el uso de herramientas o ayudas altamente tecnificadas, acomodándose a las herramientas básicas con que se cuenta en el Taller de Escultura de la Facultad de Bellas Artes, utilizando metal reciclado y polímeros para la forma externa.
Después de un largo trabajo el resultado es claro: el Taller Nómada cumplió con las expectativas teóricas, plásticas y de construcción del proyecto, el cual ahora reposa en los alrededores de la Facultad de Bellas Artes, para orgullo de su autor (Lic. Alan Loaiza) y de su director (Mtro. Gabriel Duque).